Esta semana quiero hacer un inciso para poder responder a través de este artículo a las personas que me están preguntando qué tiene que ver Chi Kung  con Mindfulness ya que aparece como actividad complementaria en el apartado de cursos  de nuestra Web de Silencio Mindfulness.

Os comentaba la semana pasada que muchas veces vivimos en tal situación de desbordamiento que nuestro “piloto automático” toma las riendas de nuestros pensamientos, emociones y conductas, e impelidos por la costumbre reaccionamos sin pensar en vez de responder con una mente serena y reflexiva.

Unido esto a la falta de tiempo, a la alta exigencia, a la rapidez con que hemos de adaptarnos a tantos cambios, a la incertidumbre de “cómo lo hago” y “qué pasará”, el estrés  y la ansiedad llaman a nuestras puertas. Y una vez que han entrado se instala la enfermedad.  No llega de repente. A cada uno le afecta de una manera. Comenzamos a sentirnos peor, dolor de cabeza, molestias de estómago, dificultades para dormir, para concentrarnos, para respirar, cansancio, y de ahí un sinfín de enfermedades psicosomáticas. Enfermedades que no porque su origen sea el estrés son ficticias, no: son reales.

Pero a este estado no se llega de repente. Nuestro cuerpo nos va dando avisos de que algo va mal pero no nos damos cuenta porque nuestros sensores de lo que pasa físicamente están insensibilizados y no nos podemos beneficiar de su importante labor.

Detectar la naturaleza de los pensamientos o de las emociones puede ser más difícil debido a su sutileza, pero el cuerpo, que es el medio donde acontecen, siempre reacciona de una manera u otra, y eso sí que es identificable pues es físico, tangible.

A base de estar sumergidos en nuestra vorágine de vida acallamos esos avisos, vivimos de alguna forma apartados de nuestro cuerpo y dejamos de sentirlo.

Hablamos de que es nuestro cuerpo, es nuestra materia, si la obviamos nos obviamos a nosotros, pero mientras no duele, mientras no supone un obstáculo, sentimos que somos “superman” y que nuestra mente, nuestros proyectos y expectativas, pueden pasar por encima de todo. En realidad, mientras el cuerpo no duele, es como que no existe.

La semana que viene os hablaré del papel crucial que Mindfulness da a la conciencia corporal y de la importancia que tiene una práctica como Chi Kung.

Feliz semana!

Mercedes Rubio Condado

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