Detente un instante y observa a tu cuerpo respirando… e imagínalo expresándose a través de suaves movimientos, relajándose y tu mente descansando en las sensaciones.

Especialmente en estas circunstancias que a todos nos presionan, cansan y crean incertidumbre, miedo y desconexión:

¿Qué está en nuestra mano para poder vivir de la mejor manera esta situación?

Crear momentos de compensación, de calma, de serenidad, de toma de tierra, de permitir que nuestra mente y emociones descansen. Momentos en que tu cuerpo, tu mente y tu corazón se sientan mimados por ti…

Sentir a través de los suaves movimientos cómo tu cuerpo respira, se expresa, se relaja y tu mente, habitando ese suave movimiento, como si de un mantra se tratase, descansando en el único foco de las sensaciones. Un paréntesis en todo lo que atenaza, preocupa, recuerdas, proyectas… Un verdadero, respiro.

Un amigo mío decía que era como “resetear”

Chi Kung a través de Mindfulness es todo esto. Es así como yo lo experimento y como muchos participantes me han expresado y expresan su experiencia.

Las palabras pueden sonar bien, pero ¿y en la práctica? Quizá te preguntes ¿cómo será eso de verdad, me gustará o no?

Yo sólo quiero en mis clases personas que disfruten. Es por ello que si decides inscribirte, tu primera sesión será sin compromiso. Te ofrezco que lo experimentes y decidas después si continuar o simplemente haber recibido esa sesión como un regalo que te he brindado para conocerlo y experimentarlo.

La práctica se realiza en una sala de 60 metros2 y aunque normalmente los grupos son muy reducidos, de 10 personas, en estas circunstancias, para que te sientas más segur@ se han reducido a 7 participantes. La semana que viene hablaremos de otras propuestas a las que se puede acceder presencial y también online, en grupo o individual.

Con mis mejores deseos de contribuir a tu serenidad y bienestar,

Mercedes Rubio

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